Biografias de Vírgenes, 
según distintos Carismas. (IV)

Nota: Aquí tienes la relación de biografias, incluidas en esta página, por orden alfabético.
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Santa Inés de Roma:

Santa Justina de Padua

Santa Librada
Santa liduvina
Santa Margarita de Hungria.
Santa Martina.
Santa Magdalena de Pacis
Sta Prisca.
Santa Rosa de Lima
Santa Sinclética
Santa Susana

Santa Inés de Roma: Virgen. 304 d.C.

Fiesta el 21 de Enero

 

Nació en Roma. Fue educada en el cristianismo. Muy joven hizo voto de castidad a fin de consagrarse a Cristo. El Emperador le propuso casarla con su hijo, lo rechazó y proclamó ser fiel a Jesús. Entonces se le envió al calabozo, donde fue degollada a los 13 años de edad.

Inés dio la vida a causa de su fe, ofreció su castidad y manifestó la fortaleza de la fe. La iconografía la representa con túnica de la época, un lirio y un cordero (alusivo a su sacrificio). Es la protectora de la pureza en las jóvenes.

Cabe mencionar que cada año, en esta fecha, se bendicen en Roma los corderos de cuya lana se confeccionan los palios, que son una insignia pontifical la cual el Papa impone a los Obispos en su consagración.

De ella dice San Ambrosio: “Amó a Dios desde que pudo conocerle, y se puede decir que lo conoció desde que nació".

Santa Justina de Padua

Festividad el  7 de Octubre

Santa Justina, Virgen y Mártir, nación en Padua; fue bautizada por San Prosdocimo, discípulo de San Pedro. Fue mártir y testigo de la fe, fue traspasada con una espada por sentencia del presidente Máximo.

Fortunato la coloca entre las Santas Vírgenes más ilustres, cuya santidad y triunfos adornaron y edificaron la Iglesia.

Esta Santa es junto con  San Marcos Patrona de Venecia.

 

Santa Librada.

Los padres de la Santa fueron: Lucio Catelio Severo y Calsia. Ambos pertenecientes a la alta sociedad romana. El padre era excónsul de Roma, y gobernaba en nombre del Emperador el noroeste de la Península Ibérica; la madre descendiente de la familia del Emperador Juliano.

Era el año 122, cuando Lucio Catelio Severo es destinado a la provincia tarraconense. Encontrándose su esposa Calsia en avanzado estado de gestación decide que permanezca en Bayona, siendo atendida por una señora mayor y de absoluta confianza, llamada Sila, persona clave en la vida de estas santas.

Su madre Calsia dio a luz nueve hijas en un mismo parto, y que avergonzada ante tal evento, creyendo ser obra diabólica, decide no comunicárselo a su esposo ante el temor de ser acusada de infidelidad. Calsia tomará la resolución de ahogarlas a todas, encargando a Sila, que como cristiana, no cumplió lo ordenado. Sila entregó las niñas a otras tantas madres cristianas, que las criaron y las educaron en la Religión cristiana.

Los nombres con los que fueron bautizadas, son los siguientes: "Ginebra (Genivera), Basilisa, Germana, Victoria (Rita), Marina, Eufemia, Quiteria, Marciana, y Librada".

Santa Liduvina . Año 1433

Festividad el 14 de Abril

Liduvina nació en Schiedam, Holanda, en 1380. Su padre era muy pobre y tenía por oficio el de "celador" o cuidador de fincas. Hasta los 15 años Liduvina era una muchacha alegre, simpática, buena y muy bonita. Pero un día, después de jugar con sus amigos iban a patinar y en el camino cayo en el hielo partiéndose la columna vertebral.

Desde entonces tuvo Continuos vómitos, jaquecas, fiebre intermitente y dolores por todo el cuerpo . En ninguna posición podía descansar. La altísima fiebre le producía una sed insaciable. Los médicos declararon que su enfermedad no tenía remedio.

Liduvina se desesperaba en esa cama inmóvil, y cuando oía a sus compañeras correr y reír, se ponía a llorar y a preguntar a Dios por qué le había permitido tan horrible martirio. Pero un día Dios le dio un gran regalo: nombraron de párroco de su pueblo a un verdadero santo, el Padre Pott. Este le colocó en frente de la cama un crucifijo, pidiéndole que de vez en cuando mirara a Jesús crucificado y se comparara con El y pensara que si Cristo sufrió tanto, debe ser que el sufrimiento lleva a la santidad.

En adelante ya no volvió más a pedir a Dios que le quitara sus sufrimientos, sino que se dedicó a pedir a Nuestro Señor que le diera valor y amor para sufrir como Jesús por la conversión de los pecadores, y la salvación de las almas.

Se dedicó a meditar fuertemente en la Pasión y Muerte de Jesús. Decía que la Sagrada Comunión y la meditación en la Pasión de Nuestro Señor eran las dos fuentes que le concedían valor, alegría y paz.

La enfermedad fue invadiendo todo su cuerpo. Quedó completamente paralizada y solamente podía mover un poco el brazo izquierdo. En los fríos terribles del invierno de Holanda quedaba a veces en tal estado de enfriamiento que sus lágrimas se le congelaban en la mejilla. Parecía que ya en vida estuviera descomponiéndose como un cadáver. Pero nadie la veía triste o desanimada, sino todo lo contrario: feliz por lograr sufrir por amor a Cristo y por la conversión de los pecadores. Y cosa rara: a pesar de que su enfermedad era tan destructora, se sentía a su alrededor un aroma agradable y que llenaba el alma de deseos de rezar y de meditar.

En 1421, o sea 12 años antes de su muerte, las autoridades civiles de Schiedam (su pueblo) publicaron un documento que decía: "Certificamos por las declaraciones de muchos testigos presenciales, que durante los últimos siete años, Liduvina no ha comido ni bebido nada, y que así lo hace actualmente. Vive únicamente de la Sagrada Comunión que recibe".

Santa Liduvina, en su lecho de enferma, recibió de Dios los dones de anunciar el futuro a muchas personas y de curar a numerosos enfermos, orando por ellos. A los 12 años de estar enferma y sufriendo, empezó a tener éxtasis y visiones. Mientras el cuerpo quedaba como sin vida, en los éxtasis conversaba con Dios, con la Sma. Virgen y con su Angel de la Guarda. Unas veces recibía de Dios la gracia de poder presenciar los sufrimientos que Jesucristo padeció en su Santísima Pasión. Otras veces contemplaba los sufrimientos de las almas del purgatorio, y en algunas ocasiones le permitían ver algunos de los goces que nos esperan en el cielo.

Dicen los que escribieron su biografía que después de cada éxtasis se afirmaba más y más en su "vocación" de salvar almas por medio de su sufrimiento ofrecidos a Dios, y que al finalizar cada una de estas visiones aumentaban los dolores de sus enfermedades pero aumentaba también el amor con el que ofrecía todo por Nuestro Señor.

Frente a un nuevo Párroco, que la acusaba de embustera, los investigadores declararon que ella decía toda la verdad y que su caso era algo extraordinario que no podía explicarse sin una intervención sobrenatural. Y así la fama de la santa creció y se propagó.

En los últimos siete meses no cesaba de elevar su oración a Dios, uniendo sus sufrimientos a los padecimientos de Cristo en la Cruz.

Y el 14 de abril de 1433, día de Pascua de Resurrección poco antes de las tres de la tarde, murió.

La última petición que le hizo al médico antes de morir fue que su casa la convirtieran en hospital para pobres. Y así se hizo. Y su fama se extendió ya en vida por muchos sitios y después de muerta sus milagros la hicieron muy popular.

                                                                                                                            

Santa Margarita de Hungría. (1243-1270)

Festividad el 18 de enero

 

Nació en 1243, hija de Bela IV, rey de Hungría y campeón de la cristiandad, cuando los tártaros amenazaban acabar con la Europa Central, En esos momentos Hungría, era ocupada por los tártaros. Sus padres prometieron consagrarla a Dios si les concedía la victoria. En cumplimiento de esa promesa, a los 3 años de edad fue confiada a las religiosas de Santo Domingo, y a los 12, hizo profesión religiosa en el convento que el rey mandó construir en una isla del Danubio, cerca de Budapest. Su vida dominicana estuvo signada por la virtud de la humildad, que a pesar de su condición de hija del rey se consideraba la sirvienta de las demás religiosas. Cuando Otto II de Bohemia y Moravia, y luego también Carlos de Anjou, pidieron su mano, el Papa la dispensó de sus votos religiosos, pero la joven princesa rechazó todos los ofrecimientos matrimoniales y prefirió la vida del convento. Murió el 18 de enero de 1270 en Budapest. Pío XII en 1943 la declaró santa.                                                               

 

 

Santa Martina, Virgen y Mártir

Su festividad es el 30 de enero

Hija de un cónsul muy popular en la ciudad eterna, vivió en el siglo III. Siendo niña quedó huérfana. Entonces decidió repartir sus bienes y dedicarse a hacer vida de oración y penitencia, y a socorrer a los necesitados. Era una diaconisa, fue cusada de ser cristiana, la arrestaron y la llevaron al tribunal del emperador Alejandro Severo (222-235), quisieron obligarla a ofrecer sacrificios a los dioses paganos, pero ante la obstinada firmeza demostrada fue decapitada el año 228. Se cuidó de darle sepultura el obispo Ritorio. Fue enterrada en un templo dedicado a Marte, en cuyo lugar el año 667, el papa Domo le dedicó una basílica que lleva su nombre.

El papa Antero hizo trasladar su cuerpo al pie del capitolio, cerca de la cárcel Mamertina, donde fue hallado en 1634. El papa Urbano VIII hizo construir la iglesia dedicada a Santa Martina al pie del Capitolio. Se la representa con los atributos de su martirio. Es la patrona de Roma

 

Santa Magdalena de Pacis

 

Santa Magdalena de Pacis, al entrar en el noviciado, dijo a la madre de novicias: "¿Qué he de hacer para ser santa?. Ésta le respondió: "Imagínese que tiene un lienzo con una representación perfecta de Jesucristo. Cópielo en su alma con todos sus rasgos. Después, preséntelo a los hombres.

 

 

Santa Prisca. Virgen y mártir. Roma, 54

Fiesta el 18 de Enero

En la literatura neotestamentaria ya aparecen los nombres de Prisca y Priscila. Alguna vez agradece San Pablo la entereza de alguna de ellas que puso su vida en peligro por defender la del Apóstol.

Nacida en Roma de una familia ilustre, a los  13 años fue detenida por cristiana. El juez al verla tan niña piensa que es fácil convencerla para que se convierta y apostate. Ante el templo de Apolo le hace la sugerencia de ofrecer el sacrificio poniendo unos granos de incienso en el fuego y todo el proceso habrá concluído. "Yo sólo soy de Jesucristo" sale de sus labios con el suave timbre de voz de doncella y con la firmeza de un curtido soldado.

En la cárcel la ponen para que medite y haga el cambio. Corren los tiempos de Claudio.

El juez está ahora en un apuro; es tan impopular ejecutar a una joven y tan difícil asimilar perder la partida con quien tiene tan pocos años... Siempre habrá intercesores, mediadores ante el juez y Prisca que está anclada en su decisión y va in crescendo su voluntad de ser fiel.

Vienen conocidos que intentan bajarla de su propósito; le hablan de la felicidad que le espera en la vida que sólo está empezando, le proponen una existencia plagada de deleites, afirman sin rubor su belleza, restan importancia al asunto del incienso e intentan suavizar la situación. Pero todo es inútil.

Prisca termina su corta vida con la cabeza cortada fuera de la ciudad.
Fue enterrada en Via Ostia el 18 de Enero.

Sus reliquias se conservan en Roma en la iglesia a la que da nombre.
La menciona en su lista el martirologio de San Gregorio y el martirologio romano.

Sólo resalta en la historia la actitud altamente llamativa, decidida, de enamorada que mantiene de su vida a la fidelidad a su Cristo, a su Dios.

Santa Rosa de Lima.  (1586-1617)

Fiesta el 30 de agosto

Nació en Lima, Perú, en 1586 (año de la aparición de la Virgen en Chinquinquirá) fue la primera mujer americana declarada santa por la Iglesia Católica.

En el bautizo le pusieron el nombre de Isabel, pero luego la mamá al ver que al paso de los años su rostro se volvía sonrosado y hermoso como una rosa, empezó a llamarla con el nombre de Rosa. Al ser  confirmada se  puso definitivamente ese nombre, con el cual es conocida ahora en todo el mundo.

Desde pequeñita Rosa tuvo una gran inclinación a la oración y a la meditación. Un día rezando ante una imagen de la Virgen María le pareció que el niño Jesús le decía: "Rosa conságrame a mí todo tu amor". Y en adelante se propuso no vivir sino para amar a Jesucristo.

Un joven de alta clase social se enamoró de Rosa y quería casarse con ella. Sus padres estaban muy entusiasmados porque ellos eran pobres y esto daría a la joven un porvenir brillante. Pero ella, aunque hubo serios disgustos en la familia, les declaró que se había propuesto que su amor sería totalmente para Dios y que renunciaba por completo a todo matrimonio, por brillante que fuera.

Se propuso irse de monja agustina, pero el día en que fue a arrodillarse ante la imagen de la Virgen Santísima para pedirle que le iluminara si debía irse de monja o no, sintió que no podía levantarse del suelo donde estaba arrodillada. Llamó a su hermano a que le ayudara a levantarse pero él tampoco fue capaz de moverla de allí. Entonces se dio cuenta de que la voluntad de Dios era otra y le dijo a Nuestra Señora: "Oh Madre Celestial, si Dios no quiere que yo me vaya a un convento, desisto desde ahora de su idea". Tan pronto pronunció estas palabras quedó totalmente sin parálisis y se pudo levantar del suelo fácilmente.

Seguía pidiéndole a Dios que le indicara a que asociación religiosa debería ingresar. Y de pronto empezó a llegar junto a ella cada día una mariposa  blanca y negra. Y revoloteaba junto a sus ojos. Buscó una asociación que tuviera un hábito de blanco y negro. Y lo descubrió en las terciarias dominicas, las cuales llevaban vida como de religiosas, pero vivían en sus propias casas. Y pidió ser admitida y la aceptaron.

Entonces vino a saber que la más famosa terciaria dominica es Santa Catalina de Siena (29 de abril) y se propuso estudiar su vida e imitarla en todo. Y lo logró de manera admirable. Se fabricó una túnica blanca y el manto negro y el velo también negro para la cabeza, y así empezó a asistir a las reuniones religiosas del templo.

Pero sucedió que la gente admirada de su comportamiento empezó a señalarla y a llamarla "la santa". Entonces ella que sabía que nada es tan peligroso como la vanidad y el orgullo y el deseo de aparecer, se fabricó una pequeña habitación en el solar de la casa donde vivía y allí se dedicó a practicar por largas horas del día y de la noche sus meditaciones, y sus muchas oraciones. Solamente saldrá para ir a misa ó a socorrer a algún enfermo.

El fracasó de su padre en el negocio de una mina supuso la ruina de la familia. Entonces Rosa se dedicó durante varias horas de cada día a cultivar un huerto en el solar de la casa y durante varias horas de la noche a hacer costuras, para ayudar a los gastos del hogar.

El demonio la atacaba de muy diversas maneras. Y las tentaciones impuras la hacían sufrir enormemente. Además le llegaban épocas de terribles sequedades espirituales en las cuales todo lo que fuera oración, meditación ó penitencias le producía horror y asco. Alguna vez le protestó amorosamente a Jesucristo por todo esto, diciéndole: "Señor, ¿y a dónde te vas cuando me dejas sola en estas terribles tempestades?". Y oyó que Jesús le decía: "Yo no me he ido lejos. Estaba en tu espíritu dirigiendo todo para que la barquilla de tu alma no sucumbiera en medio de la tempestad".

En cuanto a penitencias, lo primero que se propuso mortificar fue su orgullo, su amor propio, su deseo de aparecer y de ser admirada y conocida. Y en ella, como en todas las cenicientas del mundo se ha cumplido lo que dijo Jesús: "quien se humilla será enaltecido". Una segunda penitencia de Rosa de lima fue la de los alimentos. Su ayuno era casi continuo. Y su abstinencia de carnes era perpetua. Comía lo mínimo necesario para no desfallecer de debilidad. Aún los días de mayores calores, no tomaba bebidas refrescantes de ninguna clase, y aunque a veces la sed la atormentaba, le bastaba mirar el crucifijo y recordar la sed de Jesús en la cruz, para tener valor y seguir aguantando su sed, por amor a Dios.

 sobre duras tablas, con un palo por almohada. Alguna vez que le empezaron a llegar deseos de cambiar sus tablas por un colchón y una almohada, miró al crucifijo y le pareció que Jesús le decía: "Mi cruz, era mucho más cruel que todo esto". Y desde ese día nunca más volvió a pensar en buscar un lecho más cómodo.

Distintas enfermedades la atacaron por mucho tiempo. En sus últimos meses exclamaba: "Nunca pensé que una persona tuviera que sufrir tanto, tanto como lo que yo estoy sufriendo. Pero Jesucristo me concede valor para soportarlo todo."Los últimos años vivía continuamente en un ambiente de oración mística, con la mente casi ya más en el cielo que en la tierra. Su oración y sus sacrificios y penitencias conseguían numerosas conversiones de pecadores, y aumento de fervor en muchos religiosos y sacerdotes. En la ciudad de Lima había ya una convicción general de que esta muchacha era una verdadera santa.

Desde 1614 ya cada año al llegar la fiesta de San Bartolomé, el 24 de agosto, demuestra su gran alegría. Y explica el porqué de este comportamiento: "Es que en una fiesta de San Bartolomé iré para siempre a estar cerca de mi redentor Jesucristo". Y así sucedió. El 24 de agosto del año 1617, después de terrible y dolorosa agonía, expiró con la alegría de irse a estar para siempre junto al amadísimo Salvador. Tenía 31 años.

Y a esta muchacha pobre y sin estudios le hicieron un funeral poco común en la ciudad de Lima. El entierro hubo que dejarlo para más tarde porque inmensas multitudes querían visitar su cadáver, y filas interminables de fieles pasaban con devota veneración frente a él. Después la sepultaron en una de las paredes del templo.

Los milagros empezaron a sucederse en favor de los que invocaban la intercesión de Rosa, y el Sumo Pontífice la declaró santa y la proclamó Patrona de América Latina.

A los cinco años hizo voto de virginidad

 

 

Santa Sinclética ( Siglo V).

Fiesta el 5 de enero

 

Santa Sinclética nació en Alejandría de Egipto, de una rica familia de Macedonia. Su gran fortuna y belleza le atrajeron numerosos pretendientes, pero Sinclética había consagrado su corazón al Esposo celestial y para librarse de aquellos recurría a la fuga. Sus padres la constituyeron heredera de toda su fortuna, pues sus dos hermarnos habían muerto y su única hermana era ciega y estaba confiada a su custodia. Habiendo distribuido su fortuna entre los pobres, Sinclética se retiró con su hermana a una cámara sepulcral abandonada, que formaba parte de las posesiones de sus parientes. Ahí se cortó los cabellos, en presencia de un sacerdote para mostrar su absoluto despego del mundo, y renovó su consagración a Dios.

A partir de ese instante, la oración y las buenas obras constituyeron su principal ocupación; pero su total retiro, que la ocultó a los ojos del mundo, nos ha dejado también a nosotros sin noticias.

Numerosas mujeres acudían a ella en busca de consejo. Si su humildad le hacía difícil instruir a otros, su caridad la impulsaba a hacerlo. Sus palabras tenían un acento tan profundo de humildad y de convencimiento, que impresionaban profundamente a su oyentes. Frecuentemente predicaba la humildad: "Un tesoro sólo está seguro cuando está escondido descubrirlo equivale a exponerlo a la codicia del primero que venga y a perderlo; igualmente, la virtud sólo está segura cuando permanece secreta, quien la ostenta la verá disiparse como el humo". Con estos y otros discursos exhortaba nuestra santa a la caridad, a la vigilancia y a todas las virtudes.

A los ochenta años de edad, Sinclética contrajo una intensa fiebre que le atacó los pulmones, al mismo tiempo que una violenta gangrena le consumía los labios y las mandíbulas. Llevó su enfermedad con increíble paciencia y resignación, a pesar de que en los últimos tres meses el dolor no le dejaba reposo. Aunque la gangrena la había privado del uso de la palabra, su paciencia era un sermón más eficaz que cualquier predicación. Sinclética entregó su alma a Dios, a los ochenta y cuatro años de edad.


 

 

 

Santa Susana.
                                                                                                   

Agosto 11

Sobrina del Papa Cayo, 11 de agosto.
 

Etimológicamente significa “ lirio, azucena”. Viene de la lengua hebrea y árabe
Cuando un creyente pone su confianza en Dios y no en sus propias fuerzas, todo le sale bien, aunque le cueste.

Susana fue una mártir de los primeros siglos del cristianismo. Era tan bella y tan sabia – dice la leyenda – que Diocleciano quiso casarla con su heredero Maximino (+310).

Envió a dos oficiales para que consintiera con los deseos del emperador. Ella, con su gracia y con sus bellas palabras les dijo:"Soy cristiana y he hecho a Dios voto de virginidad".

Los tres emisarios, al ver la reacción de la chica, se quedaron alucinados. Le rogaron que los bautizase en nombre del Señor Jesucristo. Y los tres fueron decapitados juntamente con ella.

Susana era sobrina del Papa Cayo e hija de un sacerdote llamado Gabino.

El deseo del emperador de que fuera la esposa de su heredero, se quedo en agua de borrajas.

Hubiera consentido – todo lo más – si se hubiera convertido al cristianismo al que le prometían como su marido.

No la mataron de golpe. Le dieron un tiempo para que reflexionara en su actitud antiimperial.

Envió a muchos halagadores para que la convencieran. Ella, sin embargo, se mantuvo imperturbable.

La misma emperatriz llegó a tomarle mucho cariño. Por eso, cuando s enteró de que su marido la había mandado decapitar, fue a recoger su cuerpo, lo embalsamó y le dio sepultura. En la gruta que llamaban de los mártires.

El mismo Papa convirtió su casa en una bella basílica para recuerdo de la valiente joven y también como un lugar para que le diesen culto a su virtud.

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